10 octubre, 2006

Manifiesto

No deja de rondar en mi cabeza una frase de Vaclav Havel (gran presidente checoslovaco) que habla del miedo que da estar arriba (una altura sumamente relativa) y tener la sospecha siempre presente de no merecerlo.

Hoy, estoy realizando varios sueños al mismo tiempo y eso me aterra. Me quita el sueño pensar en que, efectivamente, no lo merezco. De pronto esa frase "demasiado bueno para ser cierto" cobra muchísimo sentido.

El miedo no me detiene a dar pasos hacia adelante y a tomar decisiones que hagan de mis sueños aún más intensos. Pero el miedo me recuerda que existe la latente y gran posibilidad de que esté sentado en una silla que no me corresponde. Es temporal y es prestada.

Que sirva mi miedo y éste registro para no olvidar que cuando deje ése espacio físico, mi mayor satisfacción será dejar un viento cálido en el espacio espiritual de cada uno de los seres humanos que me honran con su entrega todos los días.

0 comentarios: