26 mayo, 2006

Honor

Si, estoy dispuesto a todo.

Estaré listo cuando tengas el fin más utilitario para mis palabras, mi presencia y mi confort.
Estaré listo cuando decidas que has visto mucho de mí y prefieres descansar un par de meses de mi compañía.
Estaré listo siempre que requieras compañía, alcahuete y saco para golpear.
Estaré listo cuando sólo quieras saber como la he pasado.
Lo estaré también cuando requieras un aventón, unos pesos o una sombrilla.
Estaré listo, juro que lo estaré, cuando sólo quieras pasar una tarde conmigo, compartiendo el humor más negro que nos ocurre en la cabeza.
Estaré listo para todo lo que pidas porque te he entregado mi amistad sin reservas, a costa de todo y a condición de nadie; de tu boca salió también la entrega, pero nunca estuve listo para ver tu espalda inmensa, asfixiante y dolorosa.

Supongo que no todo el mundo entiende la amistad en su sagrada dimensión. Supongo que de los dos, sólo yo la quise convertir en una de verdad. Supongo que nunca debí confiar en tí. Como siempre, asumí que en tu supuesta amistad podía depositar mi alma, mi corazón, mis arranques y mis tiempos de irresponsabilidad catártica.

Me demostraste lo contrario. Me demostraste que no concibes la amistad como un lugar de confesiones, de arranques y de llantos privados, que existen en la presencia de ambos y se desintegran con la partida de uno. Que no tienen uso, ni fin, ni repetición. Que no tienen destinatario ni aplicación.

Me dejaste con la guardia baja, boquiabierto. Esperaba golpes de todas partes, menos de tu flanco porque tenía la inocente certeza de que lo tenías cubierto como yo tenía el tuyo.

No pasa nada. Es una amistad de un sólo lado, lo entiendo. Estaré listo, no te quepa duda, cuando requieras una gran actuación. Estaré listo para guardar tus secretos y los sórdidos deseos que guardas tan celosamente. Estaré listo para que no me los cuentes por miedo a que tome venganza.

Estaré listo para no hacerlo. No lo quiero, ni lo pienso, porque sigo creyendo que aquello que de tí salga en nuestro tiempo, ha de honrarse en el silencio del que escucha.

Mi entrega sigue intacta.

0 comentarios: