05 noviembre, 2005

El viaje inócuo al corazón del viejo. (Refrito del 28 de Junio)

Éste texto en partícular es importante para mí. La tentación de la muerte es abrumadora en los más cercanos. Operaban a mi abuelo, de emergencia, del corazón.


El viaje inócuo al corazón del viejo.
Hoy es el quinto día de permanencia en el Christus Muguerza Resort.

El Viernes pasado -para quienes no se enteraron- mi abuelo, Meme, fué sometido a una cirugía a corazón abierto que se hizo necesaria ante el nulo funcionamiento del último dispositivo biónico que se le instaló hace poco mas de un mes.

Volé de urgencia a esta ciudad de Monterrey para estar con mi viejo y mi familia. Lamentablemente, saliendo de una operación exitosa, vinieron las complicaciones. Su presión se vino abajo y por consecuencia su capacidad repiratoria se cayó casi a la nulidad. Los esfuerzos del equipo médico dieron resultados y lograron estabilizarlo a punta de aparatos. Hasta el momento, la vida de mi abuelo pende de un respirador y un aparatín llamado "balón" que básicamente mantiene su presión en niveles aceptables. Artificiales, pero aceptables.

El drama no ha sido poco. Dos veces al día los doctores nos visitan y nos dan un reporte del estado del Ingeniero y de los últimos procedimientos. A veces son noticias de pasos minúsculos y a veces noticias de cero avance. Por lo pronto ya una vez nos han hablado del escenario en que "tenemos que tomar decisiones filosóficas y religiosas". Obvio decir que esa opción nos parece inaceptable pero nos pone de rodillas y nos hace flaquear sin remedio. Por mi parte y siendo el único hombre de la familia (rodeado por mi madre, mi tía, hermana y tres primas) me toca el papel de hombrecito que aguanta y conforta. No soy machín, pero tengo que actuar convincentemente. Ahí la llevo.

Ver a Meme postrado, conectado a hasta al satélite, es una experiencia difìcil. Está despierto y conciente. Lo mantienen intubado y amarrado a al cama de pies y manos. Al vernos, empieza a hacer esfuerzos por pedir que lo liberen de esas prisiones. No poder hacer nada, no poder complacer al viejo que se ha dedicado en vida, cuerpo y alma por complacernos, debilita y quiebra a cualquiera. Eventualmente uno preferiría no entrar y evitar el sufrimiento de verlo de ese modo. Pero para él, esos 30 minutos de visita, son seguramente el único momento del día que le da fuerza para seguir luchando el resto del tiempo.

Al parecer las cosas van mejorando con lentitud y esperamos lo mejor aunque nos preparamos para cualquier escenario. Su estado sigue siendo crítico y así lo asumimos.

A todos, les suplico una oración por la salud de un hombre que ha sido ejemplo, guía y amor para todos en esta familia.

A la gente que ha venido a distraernos un poco, mil gracias. Me han dado las pocas y muy amplias sonrisas de estos días.

J, u rule ! you convinced me: I will.

Seguiré reportando avances. Mañana o por la tarde, espero platicarles de la Guerra de las Salas que fué desatada en este recinto hospitalario.

Buen día a todos.

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