20 febrero, 2006

Reclamo al universo sin ella.

Que todo va a estar bien, dicen quienes futilmente intentan mejorar mi estado de ánimo.
Que finalmente todo se acomoda para nuestro propio beneficio y que algo aprenderé de éste sufrimiento.

¿No caen en la cuenta de lo absurdo de su dicho? ¿No logran leer en mis lágrimas mi urgencia por seguirla queriendo? ¿No se dan cuenta, chingados, que ella es todo y lo único que quiero? ¿No pueden simplemente darme un plan eficaz y puntual, paso por paso, para poder recuperarla?

Me trato de convencer a mí mismo de la voluntad divina, su conocimiento absoluto y su bondad infinita pero no puedo. No puedo abandonarme a cualquier voluntad que no incluya tenerla a ella de nuevo conmigo.

Necesito a quien mentarle la madre. Necesito un culpable de mi sufrimiento. Necesito un escape, una cuerdam una escalera. Algo que me saque de este pozo mohoso y húmedo de la decepción por la vida y sus puntadas. Es un grito de auxilio, es un grito de desesperación.

Esto es sólo el reflejo de mi alma destrozada y mi enojo contra el universo. Que chingue a su madre lo que sea, quien sea que cree que ésto es una experiencia de vida y que alguna lección aprenderá mi corazón.

No me interesan las lecciones, no me interesa aprender. Quiero abrazarla, besarla y llenarla de felicidad. Chingue a su madre el mundo, sólo con ella existe y sin ella, poco es.

0 comentarios: