28 octubre, 2005

Asombroso Vocal Sampling y su tal Juanito. (Refrito del 27 de Mayo)

Emocionado después de un excelente espectáculo, vertí ésta semi-reseña. Me sigue pareciendo asombroso.

Bueno, ahora ya parezco revisor de espectáculos, pero así fluyen las cosas y así fluye el espacio.
Vengo llegando de uno de los mejores espectáculos que he visto nunca -por supuesto guardando las dimensiones-.

Vocal Sampling es un grupo de seis jóvenes cubanos que, siguiendo la tradición de los grupos "A cappella" norteamericanos y tomando lo más "sabroso" del espíritu de aquella isla, interpretan guaracha, salsa, clásico, rock and roll y prácticamente cualquier cosa que les plazca con el solo uso de sus gargantas.

En el marco de "Las fiestas del Pitic" que cada año crecen más, Vocal Sampling se presentó en Hermosillo.

Una ligera lluvia nos mantenía a todos en la duda de quedarnos a esperar con el riesgo de terminar empapados o levantarnos y buscar refugio en algún lugar seco y con cerveza. La duda se disipó muy pronto.

"Juanitooooo" se escuchó una de las voces. "Juanitooooo" le contestó una más. "Juanitoooo" se construyó la armonía de tres voces que anunciaban que el espectáculo comenzaba. Lo que siguió me dejó con la mandíbula en el piso. "Pum pum psss" sonaban las percusiones que salían unicamente de la boca y garganta del hombre que se mantenía en el extremo derecho del escenario. Los sonidos que emitía nos hacían dibujar en la cabeza perfectos tambores, timbales, platillos y bombos siguiendo el cadencioso ritmo de la guaracha cubana.

Después, se le unieron una guitarra y una sección de vientos igualmente vocalizados. En un instante, teníamos una orquesta construido de nada evidente. Construida sólo del asombroso talento de seis cubanos que rayan en la genialidad.

Las primeras tres melodías, no salíamos del asombro y nos limitábamos a aplaudir por el puro hecho de no creer lo que NO veíamos y sin embargo escuchábamos inequívocamente. Hasta entonces, Vocal Sampling nos tenía comiendo de sus manos.

El reto se puso interesante. ¿Cómo demonios nos van a mantener interesados? Eventualmente debe comenzar a aburrir, pensé. Pues tómala Manuelito ! De pronto terminan una salsita, se apagan las luces y empiezan a sonar las notas inconfundibles -tambores y todo- de la apertura de las palículas firmadas por 20th Century Fox. Inmediatamente entregamos de nuevo nuestra atención para sólo ser doblemente sorprendidos con un perfecto ensable orquestal de vientos y percusiones que terminaron la melodía. Apenas salíamos del asombro cuando ligaron a las otras notas, también inconfundibles y añoradas del tema principal de "Star Wars". ¡No, no, no... esto si no tiene madre! casi grité. Las ultimas notas de la Guerra de las Galaxias se trasformaron de pronto en otro son cubano delicioso que nos tuvo a todos aplaudiendo y muchos mas bailando.
Ante tal espectáculo, uno no puede abstraerse. De hecho la ansiedad por tomar parte se vuelve urgente. Ellos lo saben y atienden nuestras urgencias. De pronto, en cosa de un minuto, la mitad de las casi dos mil personas eramos trombones y la otra mitad ya eran trompetas. Una figura melódica precisa para cada sección y el ritmo andando. Eramos un delicioso Vocal Sampling Cubano-Hermosillense de dos mil seis personas. Maravilloso. Y la piel erizada de la emoción en masa.

Guantanamera sonó como con la mejor orquesta de los cincuenta y estábamos prácticamente en el Copacabana o el Buena Vista Social Club coreando gustososo "guajira, guantanameraaaa".
Se bajaron del escenario cinco. Quedó uno. Uno que desgarró su garganta por nosotros y que, con la ayuda de un inocente efecto de distorsión, interpretó un solo de guitarra eléctrica por poco menos de diez minutos. Con su guitarra gargantal nos llevó del blues al rock and roll y de regreso hasta que los que faltaban regresaron al templete vestidos con capas negras y llevando una más para el que había cargado con la responsabilidad de entretenernos ese tiempo. ¡Y que entretenimiento!.

No terminaba el asombro del guitarrista vocal cuando escuchamos "Así hablaba zaratustra", el tema de "2001: Odisea en el espacio". Increíble.

Por media hora más, nos hicieron bailar, cantar y tocar nuestros propios ridículos, desafinados pero apasionadísimos instrumentos. Yo seguí siendo trombon y los del otro lado siguieron siendo trompetas.

La ovación, por supuesto, fué de pié y prolongada. El Asombro interminable y nuestros espíritus inmesurablemente alimentados por seis cubanos que se entregaron y se divirtieron como enanos. Es que la diversión es contagiosa.

Juanitooooo... todavía retumba en mi cabeza. Juanitoooo... Genial.

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